Administrar la conectividad de la empresa nunca ha sido tan crítico, ya que la red tiene la exigencia de admitir más dispositivos y ofrecer una mayor funcionalidad. Tendencias como el crecimiento en el despliegue de dispositivos IoT, la convergencia IP y la evolución de la tecnología PoE (Power over Ethernet) en el entorno del edificio, así como la complejidad de los enlaces, la virtualización y una mayor eficiencia en el entorno del Centro de Datos, continúan impulsando la necesidad de una gestión automatizada e integral de la capa física de red.